La Pedriza estaba espectacular, con nieve en las zonas más umbrosas y una luz clarísima típica de los días de invierno. La escalada nos fue muy bien, disfrutando de toda la vía y sobre todo del muro con tramos verticalillos de setas. Fue un gustazo darme de primero el primer largo con su fisura-canalizo, ya que hasta ahora se lo había dejado a mis compañeros, porque no me sentía capacitado para dármelo yo. Me pareció espectacular, con sus casi 60m hasta la repisa. Me lo dí y sudé de miedo, pero esa sección se protege muy bien, así que la cosa no era para tanto. David disfrutó de su largo y de la vía entera y me encantó acompañarle, porque sabía que él estaba muy motivado y me contagiaba con su entusiasmo. Qué guapa vía David!
Disfrutamos un ratillo de la cima y sus preciosas vistas (otra de las joyas de la pedri) y comenzamos el descenso por la norte. Para nuestra sorpresa, la canal de bajada se había convertido en un corredor nieve dura y hielo. Tumbado, pero peligroso para bajar en zapatillas. La aventura no acaba hasta que vuelves al pie de vía jeje! Salimos del paso rapelando de un puente de roca, donde abandonamos una cinta plana. Quién nos iba a decir que íbamos a rapelar para bajar de la Pared de Santillana...
"En resumiendo" una gran día de escalada, en buena compañía, en un entorno espectacular!
2 comentarios:
ya iré, ya!
Lo disfrutarás!
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